Cómo a amar u odiar a una mujer perdida de sí misma
Perdida o Gone Girl es una historia de suspenso psicológico que a más de uno dejó perturbado por la encantadadora pero macabra esposa perfecta que sigue los pasos hasta la ciudad natal de su adorado pero perezoso esposo Nick.
De las paginas al cine: La mayoría de las veces cuando adaptan una obra a la pantalla grande tenemos muchas expectativas de ver todo lo que hemos leído plasmado de una forma fiel y muy apegada a lo que en papel ya es perfecto. Este fue el caso de Perdida, y David Fincher no decepcionó al llevar la historia de Gillian Flynn a la gran pantalla.
No son muchos los detalles que se cambian o faltan, fue un trabajo preciso, limpio y con selección única a los personajes que le dan vida a esta trama.
¿Pero quién es Amy Elliot Dunne? La seductora rubia con una personalidad carismática, inteligente y dulce con un sentido del humor que nos acobija y deja con ganas de más. Ella, la chica perfecta que todos miran y piensan en lo imposible que es poder tenerla. Ningún hombre elige a Amy, Amy elige al hombre.
Inmortalizada desde pequeña en las páginas de ‘’La asombrosa Amy’’, serie de libros infantiles que retratan su vida de pequeña. Es casi imposible no amarla.
Destacada periodista que va de lleno con la literatura, la hija perfecta, la mujer soñada y la esposa que todos querríamos tener. O eso pensábamos…
Un país entero se estremece cuando nuestra asombrosa, inocente y linda Amy desaparece, llevando toda sospecha hacia su simpático y misterioso esposo Nick.
Pero esto no es sobre Nick. Aquí estamos por Amy.
Hija única, arrastrada por la fama de una infancia que no tuvo, que sus padres perfeccionaron y vendieron a las masas.
Dejándose llevar por el único amor que conocía y tomó como ejemplo a lo largo de su vida: el de sus perfeccionistas, poco expresivos y alejados padres. Obligada ante la presión social de ser la hija prodigio (la única Amy viva) perdiendo el control sobre sí misma y siendo la marioneta de dos escritores que se hacían llamar padres.
‘’Lo que no puedas controlar algún día se revelara ante otros” y así fue. Siempre siendo lo que los demás quieren que sea Amy tomó el control no de ella, sino de los demás, llevándolos a su punto de quiebre, dominándolos, haciendo de ellos mejores personas. ¿Será un patrón de su infancia? ¿Sería ella el producto de una infancia totalmente planificada, un monstruo del control?
‘’Es muy bueno para ser verdad’’ es justo lo que se piensa cuando conocemos a este tipo de mujer. Con cada paso que daba el cuerpo policial que incriminara a Nick, más Nick descubría la clase de persona con la que se casó, entendiendo así que era una completa psicópata.
El placer de Amy se basaba en el control, en tener una correa muy corta a los hombres que llegaban a amarla, moldeándolos así a su antojo. Cuando estos empiezan a mostrar un perfil que para ella es insoportable o intenta salir corriendo de sus redes, toma medidas de castigo radicales.
Vamos, Nick no sería la excepción: Perezoso, infiel, desempleado, capaz de mantener su personalidad intacta.
¿Cómo entrar a la mente de Amy Elliot Dunne, cómo llamarla?
Controladora, loca, psicópata… ¿Genio?
La disciplina y paciencia que aplicaba para cada uno de sus escarmientos contra sus imperfectos amantes constaban de una meticulosa preparación que llevaba semanas y hasta meses. Precisión, estudio, una actuación única y luego el desastre total que terminaba con lograr todos sus objetivos. Así era ella: todo o nada. Y ya saben, siempre era todo.
Brillante. Dedicada. Terrorífica. Perfecta.
¿Amarla u odiarla?
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