10 ilustraciones que lastimarán tu cerebro

Las hay de mil colores, o millones de texturas y significados; las ilusiones con que juega nuestra mente y desconcierta al entendimiento, donde quiera que éste se aloje, son múltiples e igualmente variadas, con distinto propósito o naturaleza. No es una regla inquebrantable el que una ilusión presente una distorsión de la realidad y sólo intente manipular nuestro entendimiento, hacer sufrir al cerebro. ¿Qué pasaría si en un principio la realidad ya estuviera distorsionada y la ilusión lo que intenta es prevenirnos ante ello?

Suena descabellado. Pero qué tal si ese espejismo al que estamos acostumbrados a llamar equivocado fuese una oportunidad de romper con esa ilusión a la que nuestra vista ya se ha acostumbrado (educado) a percibir. A veces, los problemas de vista no sólo se relacionan con los ojos.

La mayor parte de las ocasiones una ilusión significa un cuestionamiento a la realidad; pero en ésta, lo que se presenta sea quizá no una ilusión en sí sino un quiebre con ella. La ilusión también puede ser un llamado de atención hacia su propia permanencia. El trabajo de ilustración que hacen los grupos Flyingmouse365 y Themade, y los artistas Alessandro Gottardo y Shiego Fukuda, son realización de lo irrealizable, o viceversa. Son juego y aparición de lo verdadero y lo falso, son reflexión de lo vivido y de lo superable.

flyingmouse365

“¿Hasta cuándo vamos a seguir creyendo que la felicidad no es más que uno de los juegos de la ilusión?”
-Julio Cortázar

“¿La ilusión? Eso cuesta caro. A mí me costó vivir más de lo debido”.
-Juan Rulfo

“Una ilusión eterna, o por lo menos que renace a menudo en el alma humana, está muy cerca de ser una realidad”.
-André Maurois

“La verdad es siempre una ilusión”.
-Friederich Dürrenmatt

“Mi mayor ilusión es seguir teniendo ilusiones”.
-José Narosky

!Salvo el poder, todo es ilusión”.
-Vladimir Lenin

“Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza de un hombre: no todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido”.
-Elias Canetti