Datos que desconocías de “The Revenant”
“Tendrías que estar un poco loco para embarcarte en un filme como este…”
Descrita como “crudamente hermosa”, “The Revenant” es una película dura, difícil de ver en algunos momentos pero que sin duda enamora. Se trata de una cinta que despierta los sentidos; una poesía visual que cumple con las expectativas y lleva al espectador a lo largo de un viaje emocional.
Dirigida por Alejandro González Iñárritu, “The Revenant” se convirtió en una de las producciones más complicadas en la historia del cine. Complicada desde el inicio por la historia y las condiciones bajo las que se tenía que filmar, esta cinta nos recuerda lo que era el cine en sus orígenes. Eliminando el uso de pantalla verde que facilita la búsqueda de locaciones y donde los actores pueden estar cómodos bajo un techo y un clima cálido, “The Revenant” regresa a la belleza del séptimo arte. Esa belleza en la que la tecnología ayuda pero no se convierte en una herramienta que sustituye lo real. Filmada en orden cronológico, esta película es un ejemplo del esfuerzo y dedicación para lograr no sólo un filme más, sino un retrato lo más fiel posible de la realidad: del dolor humano, del racismo, de las lágrimas derramadas a causa del egoísmo, del poder, de la sed de acabar con el mundo, de la destrucción…
“The Revenant”, filme rechazado por otros directores por el tiempo y dedicación que requería, se convirtió en una especie de documental que atrapa desde el inicio hasta el final. Aclamada por la crítica y el público en general, esta película está bien lograda en todos los sentidos: un vestuario impecable, una buena adaptación, una fotografía que no tiene comparación, una dirección bien liderada y claro que excelentes actuaciones que no nos hacen dudar sobre lo que se ve en pantalla. Un reto para todos. Una película que nos conmueve a través del silencio, de los rostros y de la fotografía. Cinta en la que no se necesitan palabras para demostrar el dolor, pues basta con una mirada para decirlo todo.”Un filme que había estado flotado alrededor por un largo tiempo, pero nadie estaba lo suficientemente loco para tomarlo[1]”.
Con más de 30 ó 40 secuencias complicadas, este se convirtió en el papel más difícil de toda la carrera de Leonardo DiCaprio. “Ya fuese que tuviera que entrar y salir de ríos congelados, o dormir en los cadáveres de animales, o lo que comía en el set (…) estaba soportando congelación y posible hipotermia constantemente”.
La película comenzó a planearse desde 2001, cuando el productor Akiva Goldsman adquirió los derechos de la obra de Michael Punke: “The Revenant: A Novel of Revenge”; pero no fue hasta 2014 que González Iñárritu confirmó que comenzaría a filmar la cinta.
Para la dirección de la cinta se contemplaron a otros directores: Chan-wook Park (Oldboy) fue el primero en ser considerado, pero rechazó el proyecto cuando la pre- producción tomó más tiempo de lo esperado; después se consideró a John Hillcoat (The Road) y Jean-François Richet (Assault on Precinct 13). Finalmente, en 2011, González Iñárritu firmó para dirigir la cinta.
En un inicio se contemplaron para el papel de John Fitzgerald a los actores Samuel L. Jackson, Christian Bale y Sean Penn, sin embargo fue Tom Hardy quien se quedó con el papel, haciendo una excelente actuación.
Leonardo DiCaprio tuvo prohibido rasurarse la barba durante 18 meses, para darle un toque más real al personaje de Hugh Glass.
Tan sólo la primera escena tomó un mes de ensayos. Esta escena ha sido comparada con una coreografía de ballet, donde todo tenía que ser preciso.
Leonardo DiCaprio es conocido no sólo por ser un excelente actor, sino por su activismo y por ser un ecologista comprometido. Esto último fue también lo que llamó la atención del director mexicano Iñárritu, quien dijo que DiCaprio respondía muy bien al contexto histórico de la cinta y la conexión con la naturaleza. “Todos los elementos coincidían para hacer a Leo la mejor opción (…) él entrega algo que sorprenderá a la gente y la conmoverá”.
A pesar de ser vegetariano, DiCaprio tuvo que comer hígado crudo de bisonte. La reacción del actor en la película cuando lo hace es real, justo lo que Iñárritu buscaba. “Fue una reacción instintiva”, comentó DiCaprio, luego de probar el hígado. “La peor parte es la membrana alrededor. Es como un globo. Cuando lo muerdes, explota en tu boca”.
Muchas de las escenas de la película se filmaron en los bosques de Calgary, Canadá, por lo que no había señal móvil para comunicarse. Por esta razón los mensajes para comunicarse entre el staff y la producción debían ser entregados con motos de nieve.
Emmanuel Lubezki se negó a utilizar luz artificial durante el rodaje. Debido a que únicamente utilizó luz natural, las condiciones climatológicas complicaron más cada toma y el staff se vio obligado a utilizar hasta seis capas de ropa térmica para sobrevivir al frío.
Por las mismas condiciones bajo las que se rodó la cinta y para evitar que alguien perdiera dedos debido al congelamiento, se fabricaron zapatos especiales para los actores. Estos mocasines tenían una buena protección contra el fío y agarre para la nieve. Según Leonardo parecían “un montón de gnomos felices, deslizándose sobre el hielo”.
La producción necesitó tener a su propio meteorólogo y saber bajo que condiciones filmarían.
El rodaje llevó nueve meses, tres más de lo planeado, por lo que Tom Hardy, quien interpreta a Fitzgerald, tuvo que abandonar la cinta “Suicide Squad”, para la que iba a interpretar el papel de Rick Flagg, ahora remplazado por Joel Kinnaman.
Muchas veces el staff temía sufrir hipotermia debido al frío. Sin embargo, fue el invierno más caluroso en Calgary en 35 años, por lo que había lugares en los que ya no había nieve. Esto obligó al equipo a abandonar el Norte del continente y viajar hasta la punta. Ushuaia en Tierra del Fuego sirvió como locación para filmar las escenas restantes.
El oso que ataca a Glass (Leonardo DiCaprio) fue en realidad interpretado por stunts que más tarde se remplazaron con tecnología CGI para dar vida al oso. El realismo del ataque se debe a que González Iñárritu estudió durante un tiempo los ataques de osos para que fuera lo más real posible.
Los actores fueron entrenados para aprender a disparar rifles de la época en la que está ambientada la cinta, así como a utilizar otro tipo de herramientas y lanzar hachas. Para esto último resultó ser excelente Leonardo DiCaprio, quien ya lo había hecho antes en la película “Gangs of New York”.
Llevó entre 4 y 5 horas diarias realizar el maquillaje de DiCaprio que consistía de más de 47 capas de prótesis, esto para lograr un rostro sangriento y hacerlo lo más real posible. La sesión de maquillaje comenzaba a las 3 de la mañana y muchas veces el maquillaje estaba congelado por el denso frío.
La piel que lleva DiCaprio durante la película es de oso real. De acuerdo con Jacqueline West, diseñadora de vestuario, la piel llegaba a pesar hasta 45 kilos cuando estaba mojada. West logró que el Museum of the Fur Trade le prestara más pieles para otros personajes. Las pieles eran de diferentes animales, dependiendo la personalidad del personaje y cómo el animal pudiera relacionarse con ésta.
Se creó una avalancha real para una de las escenas, para esto se arrojaron explosivos desde un avión sobre las montañas en Alberta, Canadá. El tiempo debía ser exacto, pues sólo se podía hacer una toma.
El vestuario de Leonardo DiCaprio está inspirado en dos pinturas, una de un monje ruso en una capa y la otra en una pintura de un nativo americano: un cazador Arikara.
El vestuario es excelente y tiene un significado más relevante de lo que cualquiera a simple vista pudiera creer. West explicó que el vestuario y el cambio de éste implica una “construcción y deconstrucción filosófica, donde al igual que el hombre, el vestuario evoluciona a través del tiempo, naturaleza y experiencia (…) se arrastra a ese caballo, y después es como si renaciera como un bebé al nacer, sangriento y desnudo”.
La escena en la que el personaje de Glass es atacado por un oso es sin duda una de las más impactantes de “The Revenant”, y es justo esta escena la que no tardó en generar rumores. Seguramente a muchos habrá llegado ya la versión de un “oso que viola a Leonardo DiCaprio”. Según la revista Vanity Fair, el rumor parece haber surgido tras la crítica del periodista Roger Friedman en la que describe la escena en la que un oso voltea el cuerpo de DiCaprio y lo molesta. Claro que los comentarios en Twitter no se hicieron esperar. Más tarde, Tim Miller, director de Jeb Bush Communications, lanzó en su Twitter una pregunta que aumentó los rumores: “¿Hay ejemplos documentados de un oso violando a un humano en la vida real?[2]”
Y para que compruebes que tendrías que estar un poco loco para embarcarte en un filme como este, te compartimos un video del detrás de cámaras. Un video que refleja la esencia del cine, porque como dice Iñárritu, “no hay que depender de las palabras, sino de las imágenes y emociones”.
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