Un nuevo mundo feminismo visto a través de los fluidos
“Todo este nuevo feminismo se trata de estar desnudo y orgulloso del cuerpo”.
Las antiguas civilizaciones griegas y romanas atribuyeron a las secreciones la teoría de los humores, que afirmaba que el cuerpo estaba compuesto por cuatro sustancias básicas: la bilis amarilla, la bilis negra, la flema y la sangre. El equilibrio de estas sustancias determinaba el estado de salud y la personalidad de una persona, toda enfermedad sería resultado de un exceso o déficit de alguna de ellas. Así, aquellos en quienes predominara la bilis amarilla, se pensaba que eran coléricos, y quienes tenían bilis negra de más, se les consideraba melancólicos; las personas con mucha sangre se creía que eran sociables, y que aquellos con demasiada flema eran calmados. Utilizando esta teoría en la práctica de la medicina, la creencia de que la pérdida de fluidos causaba la muerte, predominaba.
Es interesante cómo la percepción de los fluidos se ha modificado con el paso del tiempo y hoy se entienden como algo sucio, aunque también depende mucho de cuestiones culturales, pues en algunas regiones se consideran tabú, mientras que en otras como el proceso natural que realmente es. Cuando hablamos de fluidos corporales hacemos una inevitable separación en tres categorías: escatológicos, sexuales y los propios de las mujeres, pensando específicamente en las secreciones vaginales y en la menstruación. Estas expulsiones han repercutido en el estilo de vida de las mujeres, la falta de información y las arraigadas costumbres e ideologías de algunas culturas han sido la razón equivocada para mirar a la mujer con recelo, estigmatizar el periodo menstrual e incluso limitarla de sus opciones laborales e interacciones sociales.
Ser mujer no debería ser motivo de vergüenza y el concepto que se tiene acerca de sus fluidos tendría que parar ahora. Si tomáramos una postura feminista, hasta podríamos referirnos a los fluidos como algo hermoso que no es otra cosa que un atributo más de las mujeres. Este pensamiento fue retomado por la fotógrafa húngara Andi Galdi Vinko, que en su serie fotográfica DAZED ♡ glittercum quiso exaltar cómo el brillo y los colores pueden cambiar totalmente el significado de una idea, en este caso, de los fluidos.
“Los brillos y los colores hacen que todo adquiera un significado diferente.“
DAZED ♡ glittercum fue un proyecto personal en el que Galdi Vinko no tuvo que seguir reglas para la ejecución del shooting y donde pudo retratar un nuevo feminismo, que sugiere la desnudez del cuerpo y el estar orgullosa de él. Se trata de una serie fotográfica íntima que además de reflejar a la mujer actual, también le permitió identificarse con las cuestiones corporales que pertenecen a las mujeres únicamente. Mira a través de la lente de Andi y atrévete a redefinir el concepto que tienes del cuerpo femenino.
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