Olek, la artista que teje al mundo (Increíble)
Ágata Oleksiak es una artista polaca quien vive y trabaja en Nueva York, es conocida alrededor del mundo simplemente como “Olek” y se dedica a tejer las calles, parques y galerías de arte con vibrantes colores como fucsia, rojo y amarillo. Su obra es comparada con un caleidoscopio de hilos de lana que se entrelazan hasta formar instalaciones donde todo es posible.
Olek eligió como expresión artística la técnica del crochet o tejido de gancho por ser la metáfora ideal para entender las interconexiones de la vida, esa dependencia que une las venas con los órganos del cuerpo haciendo posible la existencia de una sincronía vital entre el ser humano y la mente. Además, visualiza las relaciones humanas como un manojo de hilos en constante transformación que se enredan, se unen y se separan cíclicamente.
El crochet en sus obras es el equivalente al tejido humano que nos constituye: la piel. Cada una de sus creaciones posee una materialidad inseparable, no invade los objetos ni los espacios, los complementa formando un todo, en palabras de la artista: “las conexiones son más fuertes desde la unidad, en lugar de acciones distintas y fragmentadas pero, si se corta unan de ellas, todo se vendrá abajo”.
La apasiona el cine y admite que comenzó a tejer mientras veía películas y se dedicaba a su tesis universitaria sobre el simbolismo en los vestuarios de Peter Greenaway. Cuando Olek interviene con su ganchillo, lo antiguo se vuelve nuevo y los paisajes de la vida se recrean con el poder del arte. Llamó la atención de la esfera artística cuando cubrió con su tejido una locomotora en su natal Polonia, y el icónico toro de Wall Street.
Su trabajo pertenece a la corriente de arte contemporáneo “yarn bombing“, que inspira a los transeúntes a detenerse y estar por un momento conectados con la obra, con los espacios y con el arte. Otros críticos la consideran una exponente del arte-objeto.
Olek está convencida de que su obra brinda color y vida a las personas y no pide permiso para cubrir con crochet la ciudad, sin importar la importancia de los monumentos que escoja para tapizar, pues considera que si el arte urbano es permitido pierde la pureza de ser una acción creativa y espontánea que sólo puede poseer un arte que es accesible y gratuito para todo ciudadano que explore la ciudad.
Cada una de sus “pinturas tejidas” tiene detrás una reflexión social, por ejemplo: cuando intervino la estatua del Cid en España, lo hizo como un símbolo de su ideal artístico en el que el crochet envuelve un objeto y lo transforma dándole una segunda existencia, como el personaje Rodrigo Díaz de Vivar, quien en apariencia muere dos veces.
En la India utilizó de nuevo esta técnica popular de tejido para diseñar redes con un propósito de alarma ante la extrema pobreza que se vive en la mayor parte del país, bajo la premisa de que India necesita abrigo Olek montó casas de crochet que contribuyeran para atraer la mirada ante la desigualdad económica de la región.
En territorio mexicano, bajo el agua en las costas de Isla Mujeres y Cancún, Olek innovó en las instalaciones artísticas acuáticas al cubrir las esculturas del Museo Submarino de Cancún como parte del polémico proyecto “Time Bomb” que pretendía generar consciencia sobre el cuidado del medio ambiente y la bomba de tiempo en la que estamos convirtiendo nuestros contaminados océanos.
Su trayectoria en el panorama artístico se ha consolidado al protagonizar más de 30 exposiciones internacionales, pero Olek ha demostrado que ya sea en el museo o en el espacio público, sobre vehículos o monumentos, sus ideales siguen intactos y a través de su obra ofrece una nueva y colorida mirada a las presencias rutinarias que se tejen con la relación inseparable entre el arte y la vida, su existencia se convierte en un infinito lienzo de crochet. Olek teje mensajes de cambio, pancartas de hilos que defienden la libertad de expresarse y cubrir al mundo con una nueva piel.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Olek, la artista que teje al mundo (Increíble) puedes visitar la categoría Cultura.
Deja una respuesta