10 cosas que haces y contribuyen a la destrucción del planeta
“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”
– Proverbio Chino
La teoría del caos menciona que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un fenómeno podrían ocasionar grandes diferencias en su comportamiento futuro, volviéndolos impredecibles.
¿Qué hubiera pasado si el día de hoy al ir al trabajo o la escuela hubieras subido en el otro autobús? ¿Qué hubiera pasado si el día que conociste a tu mejor amigo o a tu pareja no hubieras estado en ese sitio y lugar? Todos los días recorremos la vida sin preguntarnos cómo las decisiones que tomamos afectan nuestro destino.
Increíblemente las acciones y elecciones que hacemos a cada instante pueden tener consecuencias no solamente en nuestra vida, sino en cómo el mundo se desarrolla tanto para bien como para mal.
Los problemas del medio ambiente, en especial el calentamiento global, se han incrementado considerablemente en los últimos años y lo más trágico es que todos contribuimos con ello diariamente, con acciones cotidianas que creíamos inofensivas.
Comer carne
Deliciosa y base de la alimentación del ser humano a lo largo de su historia, la carne es uno de los alimentos más dañinos para el planeta, debido a la forma en que esta se obtiene. Sacrificar a un animal y procesar su carne para el consumo humano produce al año el 18 por ciento de los gases del efecto invernadero en la atmósfera. Además es causal de la deforestación de cientos de hectáreas con el fin de tener espacios para la creación del ganado.
Dejar las luces encendidas
Por más sencillo que parezca o quizá innecesario, apagar la luz de una habitación al salir de ella es un hábito que debería volverse fundamental en nuestro día a día. Un foco incandecente, por ejemplo, utiliza el 90 por cierto de su energía para generar calor y sólo el 10 por ciento para crear luz, por lo que dejarlo encendido significa un gran desperdicio energético, que se puede ahorrar con solo apretar el apagador.
Recibir o enviar cartas
Probablemente no estés familiarizado con enviar cartas pero sí con recibirlas.
El estado de cuenta y el recibo telefónico que aparecen cada mes en nuestro correo son claro ejemplo de ello.
En los Estados Unidos año con año se envían 105 mil millones de estas cartas, para las cuales se utilizó el papel proveniente de 100 millones de árboles. Para evitar esto puedes hablar con tu banco y compañía telefónica para pedir que envíen tus estados de cuenta mediante correo electrónico, le ahorrarás muchos árboles a la naturaleza.
Cantar bajo la regadera
Quitarse la ropa, abrir las llaves de la regadera, encontrar la temperatura ideal del agua y disfrutar de un baño es un ritual que muchos disfrutamos y anhelamos al llegar a casa. Un baño debería durar el menor tiempo posible, pero la tranquilidad que nos genera hace que nos quedemos varios minutos en la ducha, disfrutando del agua y gastando varios litros por segundo, litros que nunca volverán.
Ser adicto a la tecnología
Mes con mes las diversas compañías de tecnología lanzan un nuevo gadget o electrodoméstico con características innovadoras que los convierten en objetos del deseo que inevitablemente comprarás. El problema no radica en obtener estos objetos, sino en cómo nos deshacemos de ellos, ya que en muchas ocasiones simplemente los tiramos a la basura ignorando que sus componentes, como baterías y circuitos, durante su descomposición causan un gran daño a la tierra y la atmósfera.
Desperdiciar comida
En un restaurante o en casa, el desperdicio de comida es una de las acciones más habituales. Ya sea por el sabor de la comida o por haberse saciado antes, día a día toneladas de alimentos terminan en la basura.
En los últimos, años miles de árboles han sido talados y zonas boscosas destruídas con el fin de crear espacio para nuevos sembradíos de alimentos y cubrir así la demanda alimenticia mundial. Si en todo el mundo se dejara de desperdiciar comida, la demanda se cubriría más fácilmente y menos árboles serían sacrificados.
Ir de compras
Perderse en un centro comercial y comenzar a comprar lo que más nos guste es otro de los hábitos que suponemos no causan daño al medio ambiente. Sin embargo, todas las tiendas departamentales y supermercados entregan los productos en bolsas de plástico que al ser arrojadas a la basura liberan emisiones que contaminan los cielos, contribuyendo con el calentamiento global y tardan a aproximadamente mil años en desintegrarse.
Jalar la cadena del WC
Más que un hábito, jalar la cadena del retrete es algo obligado de hacer tras utilizar el inodoro, sin embargo este hecho al igual que las duchas largas, ocasiona que una gran cantidad de agua se desperdicie.
Aproximadamente seis litros de agua se utilizan en cada descarga, por lo que lo ideal sería bajar la palanca la menor cantidad de ocasiones posibles o reutilizar el agua con la que se lavan los platos para eliminar los desechos.
Leer el periódico
Pese a ser una de las actividades que cada vez se realizan menos, comprar el periódico y disfrutar de él es un hábito que muchas personas mayores siguen teniendo.
En Estados Unidos se imprimen alrededor de 53 millones de periódicos al día, de los cuales una gran cantidad no es reciclada después de su uso, esto se traduce en 105 millones de árboles sacrificados al día.
Comprar discos y películas
Todos somos adictos a escuchar música y ver películas, eso es un hecho. En la actualidad podemos conseguir en internet una gran cantidad de estos contenidos, pero en ocasiones queremos tener ese disco o película especial de forma física para conservarlo como recuerdo o tocarlo en nuestro estéreo.
Desafortunadamente la elaboración de discos, vinilos, DVD y BlueRay requiere de una gran cantidad de recursos, entre ellos el petróleo, para crear los polímeros con lo que están hechos.
Reducir la contaminación del ambiente y el impacto del calentamiento global está en nosotros, para ello es importante hacer un cambio en nuestro estilo de vida.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a 10 cosas que haces y contribuyen a la destrucción del planeta puedes visitar la categoría Vida.
Deja una respuesta